¿Te duelen las articulaciones? Este es el mejor tratamiento complementario

Imagina que un día te comienzan a doler las articulaciones y el dolor progresa como cansancio, rigidez e inflamación. Algún tiempo después recibes el diagnóstico de artritis.

 

Ahora imagina que el diagnóstico de artritis llega antes de que cumplas 65 años.

 

De acuerdo con el sitio arthritis.org una de cada cinco personas adultas vive con artritis, y para dos terceras partes esto comienza antes de los 65 años. Por otro lado se estima una aumento del 45% de las personas con artritis para el 2030

 

Estas cifras alarman a los médicos pues es una condición que no tiene cura y puede generar diversos problemas y limitantes para las personas que la padecen. En esta publicación hablaremos al respecto y qué complementos podemos tener a nuestro tratamiento médico.

 

En lo personal conviví por varios años con una persona con artritis reumatoide juvenil y fui testigo de la gran determinación de esta persona para superar esta limitante para que no se le notara y poder trabajar como si no tuviera nada.

 

Sin embargo, aún con todo ese esfuerzo era evidente como cierta tareas cotidianas le resultaban muy complicadas. Desde vestirse solo, abrir botellas de plástico, cargar cosas no muy pesadas o realizar caminatas ligeras.

En el caso de esta persona, su gran fuerza de voluntad y deseos de vivir como una persona normal le han permitido mantenerse activa, sin embargo para la mayoría esto no es así.

 

Al mismo tiempo he visto como muchas personas pueden sobrellevar esta condición, detener su avance, disminuir o incluso eliminar los efectos secundarios de los medicamentos tan agresivos que pueden recetarles. Todo esto con una técnica llamada Zhineng Qigong (se pronuncia Chinen Chikung).

 

Estos de hecho fueron los primeros casos que me llamaron la atención para practicar a mayor profundidad Zhineng Qigong. La primera vez que me dijeron que una persona que parecía estar en el mejor momento de su vida había tenido artritis antes de los 40 a tal grado que no podía de tomar de la mano a sus hijos y que ahora estaba corriendo maratones, no lo podía creer, sin embargo no fue el único caso que conocí de este tipo con los años fui testigo de cómo más personas pueden ver diversos grados de mejoría en su condición.

 

Antes de compartirte información respecto a estos casos, vale la pena entender mejor esta condición.

 

La artritis, un término genérico que describe más de 100 formas diferentes de enfermedad articular, produce constantemente diversos grados de dolor, rigidez e hinchazón en o alrededor de una o más articulaciones, independientemente del tipo de artritis. 

 

La artritis puede ser extremadamente debilitante, disminuye la capacidad física, y durante el ejercicio se presenta una capacidad aeróbica pobre o limitada, así como un exceso de fatiga y problemas para dormir. 

 

Algunas formas de artritis, como la artritis reumatoide y el lupus, también pueden afectar múltiples órganos y causar síntomas generalizados de mala salud. Al igual que en otras afecciones discapacitantes crónicamente dolorosas, la artritis puede tener un efecto muy negativo en la salud mental de una persona y puede afectar gravemente la capacidad de un individuo para llevar a cabo sus funciones normales de la vida diaria sin compromiso, esfuerzo y estrés físico excesivo. 

 

Los esfuerzos para reducir el dolor que acompaña a la enfermedad mediante diversos analgésicos, inyecciones y / o medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, con frecuencia resultan ineficaces o producen efectos sistémicos adversos que causan que el cartílago articular que recubre la articulación se desintegre.

 

Además, el descanso no brinda tantos beneficios como se espera, y puede aumentar la debilidad y los procesos de destrucción conjunta. Finalmente, ningún medicamento revierte o retrasa la progresión de la artritis, y algunos medicamentos utilizados para minimizar el dolor son adictivos y su eficacia a largo plazo ha sido cuestionada. 

 

Como resultado, los métodos de la medicina complementaria que pueden reducir el dolor y la discapacidad asociados con la artritis (que no sean medicamentos o cirugía) se han recomendado durante algún tiempo.

 

A este respecto,  a menudo se recomienda la actividad física para promover la salud y el bienestar general, así como la función cardiorrespiratoria y la resistencia al ejercicio entre las personas con artritis. 

 

Otros beneficios para la salud derivados de la participación en la actividad física incluyen asistencia en la reducción de peso, mejoras en la flexibilidad articular y la fuerza muscular, disminuciones en la severidad de la ansiedad y la depresión que se encuentran entre las personas con artritis, así como mejorar su estado de ánimo y sensación de bienestar.

 

Sin embargo, cuando incluso el ejercicio más breve puede causar dolor y dejar al paciente artrítico con más dolor, en lugar de menos dolor, suele disuadir la participación en el ejercicio.

 

Además, los ejercicios recomendados para personas con artritis deben ser seguros biomecánicamente hablando, es decir que los movimientos no pongan en riesgo a las personas, porque sus articulaciones afectadas son comúnmente muy vulnerables a daños mecánicos y estresores indebidos. 

Están contraindicados los ejercicios que ejercen un esfuerzo excesivo o que causen un impacto excesivo en las articulaciones ya dañadas en este grupo de pacientes. 

 

 Por lo tanto, los enfoques de ejercicio no perjudiciales, especialmente aquellos que pueden mejorar la calidad de vida, reducir el dolor y la depresión, al tiempo que aumentan de forma segura la capacidad funcional de las personas con artritis, son muy deseables y altamente indicados.

 

Es aqui donde entra en juego Zhineng Qigong, aunque a lo largo de más de 11 años he sido testigo de cómo decenas de personas mejoran e incluso revierten la condición a través de práctica diligente, aún no hemos realizado en occidente investigaciones científicas que avalen estos progresos.

 

Sin embargo, hay estudios de Qigong (Chikung) que se han mostrado exitosos en el tratamiento de enfermedades crónicas distintas de la artitis, por lo que la practica de Qigong parece ser un caso solido para apoyar su aplicación como una intervención de la medicina complementaria.

 

Aunque actualmente se necesita una mayor investigación clínica de los efectos de Qigong, ya sabemos lo suficiente como para emplear este tipo de medicina complementaria en beneficio de las personas que sufren de esta enfermedad.

 

El objetivo de este articulo es sensibilizar a las personas con artitis de los beneficios potenciales del Qigong, esperando que esta estrategia aumente efectivamente su bienestar físico y psicológico de manera segura. 

 

Una revisión de estudios relacionados con el uso de Qigong para los síntomas comunes de la artritis, en lugar de cualquier forma específica de enfermedad artrítica, muestran que es posible la aplicación del Qigong para tratar uno o más síntomas de artritis, independientemente del tipo de artritis. 

 

La información existente incluye poblaciones diversas, incluyendo artritis reumatoide, síndrome de fibromialgia, osteoartritis y espondilitis anquilosante.

 

Algunos estudios preliminares han demostrado que Qigong es potencialmente tan efectivo como el tratamiento estándar y posiblemente menos estresante en las articulaciones que los ejercicios estándar. Otros estudios mostraron beneficios a largo plazo incluso en condiciones de artritis muy desafiantes. 

 

 

Qigong como terapia de ejercicio

 

El Qigong es un nombre genérico para muchas variantes de ejercicios físicos y mentales, que se han utilizado para promover la salud durante más de 5000 años. 

 

El Qigong estudia al ser humano y su entorno y ha derivado en técnicas como la acupuntura, herbolaria e incluso  la medicina tradicional china. Se basa ejercicios de respiración, meditación y movimientos corporales lentos y suaves y es un sistema cuyos beneficios más básicos son reducir la tensión y calmar la mente. 

 

Se ha demostrado que practicar Qigong en una de sus numerosas formas, que se puede subclasificar como Qigong espiritual, curativo, médico o marcial, ayuda a las personas a superar problemas de salud generales o específicos que resultan en limitaciones físicas y discapacidades, así como psicológicas.

 

Basado en la idea de que el flujo de energía a través del cuerpo puede influir en el estado de salud, los movimientos de Qigong son ejercicios que regulan el flujo de energía por el cuerpo, que pueden reducir la estimulación del sistema nervioso simpático y las ineficiencias en la respiración torácica superior, así como la ansiedad, al tiempo que mejoran la tranquilidad y calidad de vida. 

 

Estas teorías que involucran energía fluyendo dentro y alrededor del cuerpo suelen causarle conflicto a las personas que mantienen las creencias mecanicistas del universo, en el que entendemos al cuerpo humano como sólo una máquina que cuando se daña se tiene que arreglar como si fuera máquina.

 

Cabe mencionar que estas ideas son un dogma de la ciencia moderna, pues no hay ninguna evidencia de que efectivamente sólo seamos una máquina. Al contrario, cada vez tenemos un mejor entendimiento de los campos energéticos de los seres vivos, los campos mórficos y el flujo de energía interna.

 

Si mantenemos una mente científica, no resulta útil descalificar este tipo de trabajos basados en las creencias de que no hay pruebas, pues tampoco hay pruebas de que estas técnicas no funcionen, de hecho mediante la experiencia cualquier persona puede comprobar en persona propia la efectividad de los métodos.

 

Una vez aclarado lo anterior, retomamos los ejercicios, que se pueden realizar sentados, al caminar, o de pie, con pocos efectos secundarios y puede ser practicado por el individuo o mediante la mediación de un profesional capacitado. 

 

Estos movimientos de ejercicio en cámara lenta no extenuantes, así como la concentración consciente y la respiración controlada diseñada para aumentar el flujo de energía o qi, parecen ser útiles incluso si sólo se practican 30 minutos por día.

 

Con el objetivo de fomentar el bienestar físico, psicológico y espiritual, los movimientos corporales específicos propuestos en Qigong, junto con un estado mental relajado pueden ser especialmente útiles para quienes padecen artritis, incluso si están confinados en sus camas o tienen capacidad física limitada. 

 

La práctica del Qigong también puede reducir los niveles prevalecientes de ansiedad y presión arterial alta. Otros beneficios pueden incluir una mejor atención, reducción de los medicamentos requeridos, una capacidad mejorada para relajarse y una mayor flexibilidad de las articulaciones afectadas, además de más resistencia a la enfermedad. 

 

Otros datos indican que la práctica de Qigong puede ayudar a alterar favorablemente la alineación de las extremidades inferiores, así como la postura y el equilibrio, y puede producir importantes efectos metabólicos. Qigong también es beneficioso para fomentar la calidad de vida, la calidad del sueño, la fuerza de agarre de las manos y la movilidad del tronco.

 

Además, un número limitado de factores de riesgo cardiovascular, como presión arterial alta, perfiles lipídicos anormales e irregularidades de la frecuencia cardíaca, a menudo experimentados por personas con artritis, pueden verse influidos positivamente por la participación en el ejercicio Qigong.

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 Escrito por Gabriel C.G. Ph.D. y Diego Camarena Arellano

Referencia

Ray Marks. Qigong Exercise and Arthritis. Medicines 2017, 4, 71; doi:10.3390/medicines4040071