El asesino silencioso y Qigong
Si tuvieras una bola de cristal para ver el futuro de tu salud que predice no sólo las enfermedades importantes, posiblemente mortales, sino también formas de prevenir esos problemas. ¿Echarías un vistazo? ¿Tomaría las medidas, especialmente si fueran muy sencillas, para evitar esos problemas de salud? La mayoría de la gente lo haría. Después de todo, queremos tener la mejor salud posible y una vida más larga y saludable.
Las personas afortunadas que han sobrevivido a un ataque al corazón o han tenido una cirugía de bypass, saben de una manera muy real, que tenían esa bola de cristal, pero no sabían cómo usarla en ese entonces.
Para muchos el mayor factor de riesgo era un nivel de colesterol elevado. Lo sabía desde años antes del ataque al corazón, pero en esos días no había formas efectivas de bajar el colesterol a niveles saludables.
Curiosamente, con el paso de los años, hemos aprendido que cuanto más bajos sean nuestros niveles de colesterol, más reducimos el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
En los años cincuenta del siglo pasado, los estudiantes de medicina aprendieron que los niveles "normales" de colesterol eran la edad de una persona más 200. No fue hasta finales de los 80 que los médicos aconsejaron a los pacientes que bajaran esos niveles a 200.
Y hoy sabemos que cuando se trata del colesterol, cuanto más bajo, mejor.
La presión sanguínea es como el clima. Todo el mundo habla de ello, pero pocas personas hacen algo al respecto. A menudo se le llama el asesino silencioso porque, en su mayor parte, no tiene síntomas.
Los dolores de cabeza asociados con la presión alta son relativamente raros. Vemos la hipertensión mencionada una y otra vez como uno de los principales factores de riesgo para el ataque al corazón y la apoplejía.
Cada vez que visitamos el consultorio de un médico, nos hacemos un examen de presión sanguínea. Pero el triste hecho es que mientras que literalmente millones de hombres y mujeres tienen niveles de presión arterial que los ponen en riesgo, la mayoría de ellos no tienen sus números bajo control.
Creo que hay dos razones para esto. Primero, la mayoría de nosotros no entendemos la presión sanguínea lo suficientemente bien como para apreciar su importancia. En segundo lugar, muchas personas no están dispuestas a tomar medicamentos que tienen una gran carga de efectos secundarios o no quieren hacer lo que piensan que serán grandes sacrificios en su estilo de vida para eliminar un factor de riesgo que no parece molestarles realmente.
Te encantará saber que la mayoría de las personas que tienen la presión arterial de leves a moderadas no tienen que tomar medicamentos recetados ni hacer grandes cambios en sus vidas.
Cuando somos jóvenes, nuestras arterias, nuestros tubos internos, son flexibles y elásticos y permiten controlar el flujo de sangre sin ningún problema. Pero a medida que envejecemos, y debido a otras causas, nuestras arterias se endurecen y son incapaces de dilatarse y contraerse adecuadamente para proveer a nuestros cuerpos con suficiente sangre y oxígeno.
Esto explica el 90 por ciento de los casos de hipertensión, médicamente conocida como hipertensión primaria. El desarrollo de la hipertensión es un proceso gradual que apenas notamos. Trágicamente, el primer "síntoma" podría ser un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Entendiendo la presión Sanguínea
¿Qué hay de la presión sanguínea? Empezaremos con el corazón, que es esencialmente un trozo de músculo y cámaras maravillosamente diseñado que bombea sangre a través de una extensa red de arterias a cada tejido del cuerpo.
La sangre regresa al corazón a través de un sistema paralelo de venas, donde se acumula en dos cámaras llamadas aurículas. Las válvulas permiten que la sangre entre en las otras dos cámaras, los ventrículos.
La sangre que sale del corazón ha sido oxigenada por los pulmones y lleva ese oxígeno a nuestros músculos y otros tejidos. Cuando la sangre regresa, se reoxigena y se acumula en las aurículas. Después el corazón permite que el ventrículo bombeé con fuerza la sangre oxigenada a través de la aorta y al resto de las arterias del cuerpo.
La presión sanguínea es la fuerza de nuestra sangre empujando contra las paredes de nuestras arterias. Mientras nuestros corazones laten, normalmente de 60 a 70 veces por minuto cuando estamos sentados o acostados, la sangre es forzada a entrar a las arterias.
La presión sanguínea es más alta cuando el corazón late, bombeando esa sangre. Esa es la presión sistólica. Entre latidos, cuando el corazón está en reposo, la presión sanguínea baja. Esa es la presión diastólica. La presión sanguínea se expresa como la presión sistólica sobre la presión diastólica, como en 120 sobre 80, escrito como 120/80.
Hay tres métodos conocidos por los que el cuerpo controla la presión sanguínea:
- Primero son los receptores de presión en varios órganos que pueden detectar cambios en la presión sanguínea y luego ajustar la presión alterando tanto la fuerza como la velocidad de las contracciones del corazón, así como la resistencia total a la presión.
- En segundo lugar, los riñones son responsables del ajuste a largo plazo de la presión sanguínea a través de un sistema que involucra varias sustancias químicas en el llamado sistema renina-angiotensina.
- En tercer lugar, en respuesta a los altos niveles de potasio o angiotensina, el esteroide aldosterona es liberado por las glándulas suprarrenales, las cuales se encuentra en la parte superior de cada riñón. Esta hormona aumenta entonces la excreción de potasio por los riñones, a la vez que aumenta la retención de sodio en el cuerpo.
¿Qué sucede, sin embargo, cuando las arterias, una parte esencial de nuestros sistemas cardiovasculares, no funcionan de manera óptima? Digamos que:
1. Una mujer se encuentra bajo un fuerte estrés emocional.
2. Un hombre sale a patio trasero a construir unas jardineras que siempre ha deseado.
3. Un chico bastante joven decide jugar un partido de baloncesto después de demasiados años de vida sedentaria.
En los tres casos, el corazón late más rápido para bombear más sangre de lo habitual, pero las arterias no están a la altura. Son incapaces de transportar la sangre necesaria al corazón y al cerebro porque no pueden dilatarse lo suficiente para acomodar el volumen de sangre más grande de lo habitual.
La presión aumenta en las paredes de las arterias, pero las arterias no pueden expandirse lo suficiente. Además, la placa adherida a las arterias puede romperse, derramando su contenido en el flujo sanguíneo, lo que precipita la formación de un gran coágulo de sangre.
El resultado es un ataque al corazón o un derrame cerebral. Las secuelas de un derrame cerebral pueden ser devastadoras para las personas que sobreviven. Aunque los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares suelen implicar una serie de factores, la hipertensión extrema, denominada médicamente maligna, puede ser la única responsable.
Durante décadas, la hipertensión, o presión arterial alta, ha sido reconocida como uno de los tres grandes factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, junto con los niveles elevados de colesterol y el consumo de cigarrillos. Actualmente se agrega la diabetes a la lista de los principales factores de riesgo, uno de los Cuatro Grandes.
Por supuesto, los genes y el historial médico familiar juegan un papel importante, pero esos rasgos genéticos simulan predisponerlo a problemas en el futuro. Si se eliminan los factores de riesgo que convierten el potencial en real, la cuestión de la historia familiar se vuelve virtualmente discutible.
Clasificación de la presión sanguínea.
Ha habido un considerable debate a nivel mundial, sobre la clasificación de los niveles crecientes de presión arterial. A continuación, la categorización de la presión arterial y la hipertensión, tal como se define en el informe y las directrices del JNC7 creados por Joint National Committee (JNC) on Blood Pressure and Hypertension en los Estados Unidos en el 2003.
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Categoría |
Sistólica |
Diastólica |
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Óptima |
115 o menos |
75 o menos |
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Normal |
Menos de 120 |
Menos de 80 |
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Prehipertensión |
120 a 139 |
80 a 89 |
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Hipertensión en fase 1 |
140 a 159 |
90 a 99 |
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Hipertensión en fase 2 |
Más de 160 |
Más de 100 |
Para prevenir la hipertensión, la Organización Mundial de la Salud recomienda una dieta saludable, dejar de fumar y hacer más ejercicio. Sin embargo, los cambios en el estilo de vida no son suficientes para algunas personas, y lograr y mantener estos objetivos es difícil.
Además, los medicamentos para el control de la hipertensión puede producir algunos problemas, como los efectos secundarios y el tratamiento puede ser caro y durante mucho tiempo. Por estas razones, muchas personas utilizan la medicina complementaria y alternativa para controlar su presión arterial.
El Qigong (Chikung) cómo medicina complementaria
El Qigong es una medicina complementaria y alternativa y se ha utilizado para controlar la presión arterial. El Qigong previene las enfermedades y mejora la salud a través del flujo de Qi.
En 2017 el grupo de investigadores dirigidos por Ji-Eun Park publico un articulo en la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el efecto del qigong en los cambios de la presión arterial para la prehipertensión y la hipertensión en fase I usando diversos ejercicios de qigong tradicional.
Se incluyeron participantes de 19 a 65 años de edad. Los participantes tenían la presión asistólica entre 120 y 159 mmHg y/o la presión diastolica entre 80 y 99mmHg. Los participantes fueron excluidos si tenían una enfermedad cardíaca sintomática grave, como un infarto de miocardio previo, angina o insuficiencia cardíaca, o ataques isquémicos transitorios previos o apoplejía.
También fueron excluidos si tenían hipertensión secundaria, estaban tomando medicamentos que pudieran afectar a la hipertensión, como estimulantes o depresores del sistema nervioso central, y necesitaban medicamentos antihipertensivos.
Las enfermedades concomitantes, como la diabetes, el cáncer, las enfermedades infecciosas, la insuficiencia renal, el embarazo o la posibilidad de embarazo, el riesgo moderado o alto de complicaciones cardíacas durante el ejercicio y la incapacidad de comprender y completar las evaluaciones del estudio o de cumplir las instrucciones del mismo también fueron criterios de exclusión.
La presión sanguínea fue medida por un investigador entrenado. La presión sanguínea se midió tres veces con intervalos de 5 minutos en la posición sentada, y el promedio de tres mediciones de presión sanguínea se utilizó en el análisis. Los participantes fueron asignados al azar al grupo qigong o al grupo de control.
El Qigong usado en este estudio fue desarrollado por expertos en qigong que tienen más de 20 años de experiencia con el qigong. El qigong se centró en la respiración y la meditación para reducir la presión arterial. Cada clase qigong duraba 50 minutos y consistía en un calentamiento (15 minutos), un tratamiento principal de qigong (25 minutos) y una porción de enfriamiento (10 minutos).
Los participantes que fueron asignados al grupo de qigong, asistieron a una clase de qigong después se les dio un video y panfleto sobre el qigong y se les pidió que realizaran el tratamiento de qigong en casa más de cinco veces a la semana durante 12 semanas.
Cada 2 semanas, visitaron el hospital y tomaron qigong con un investigador. También se les pidió que comprobaran el número de sesiones de qigong que completaron en un diario de qigong.
El grupo de control no recibió ninguna intervención para la prehipertensión o la hipertensión leve. A los participantes del grupo de control también se les instruyó para que mantuvieran su estilo de vida rutinario durante el período de estudio.
El cambio en la presión sanguínea al final del período de tratamiento de 12 semanas fue el principal criterio de valoración. La comparación primaria fue entre los participantes que fueron asignados al grupo qigong versus el grupo de control.
Siete participantes (cuatro en el grupo de qigong y tres en el grupo de control) retiraron su consentimiento y se retiraron, y un participante del grupo de control se retiró porque tomó medicamentos prohibidos. No se reportaron eventos adversos en este ensayo. Un participante del grupo de control informó de que había sido hospitalizado durante el ensayo, pero que se debía a una colecistitis aguda y no parecía estar relacionado con el qigong.
El Qigong utilizado no parece ser efectivo para bajar la presión sanguínea. Los autores del estudio comentan que los resultados negativos podrían haber sido causados por el tipo o la duración del qigong. El dongeui qigong usado en este estudio fue desarrollado por consenso de expertos en qigong y revisión de la literatura, pero podría causar un resultado insignificante si no es adecuado para la hipertensión.
El cumplimiento de los participantes podría afectar al tratamiento del qigong. Nuestro índice de cumplimiento fue bajo comparado con los ensayos clínicos que usaron medicación. Este bajo cumplimiento podría ser la razón de un efecto insignificante del qigong. Por lo tanto, el cumplimiento de los participantes es muy importante en un ensayo de qigong, y los investigadores deben centrarse en el desarrollo de métodos para lograr un buen cumplimiento de los participantes.
Resultados empíricos con Zhineng Qigong e invitación a un Reto.
La práctica de Zhineng Qigong en el Centro Huaxia en China a su vez dio resultados positivos en el tratamiento de la presión arterial, sin embargo, debido algunas diferencias respecto a los protocolos de investigación en China con relación a los protocolos occidentales, estos resultados suelen ser ignorados.
De forma empírica, hemos visto con la práctica de Zhineng Qigong en México, en una gran cantidad de alumnos, progresos significativos en su condición de salud incluyendo muchas personas cuyos médicos han validado que ya no necesitan tomar medicamentos para la presión.
Los resultados de la practica de qigong utilizado en el estudio antes mencionado no muestran diferencias significativas comparados con las personas que no realizan la practica de qigong.
Sin embargo, los resultados de miles de practicantes de Zhineng Qigong muestran que esta práctica induce claramente a la disminución de la presión sanguínea. Desde alumnos que en nuestros retiros mantienen por días su presión perfectamente bien sin medicamentos hasta personas que han dejado sus medicamentos por completo.
Por esta razón, si eres practicante de Zhineng Qigong y tienes este problema de hipertensión, te invitamos a participar en un RETO, el cual consiste en medir tu presión arterial antes y después de la practica de Zhineng Qigong durante un año.
La idea es que registres tu presión arterial en un cuaderno donde anotarás como en un diario:
1. Tu presión arterial inicial.
2 el tipo de practica de Zhineng Qigong que realizaste.
3. La duración de tu practica de Zhineng Qigong.
4. Tu presión arterial al finalizar la practica.
Sin embargo, si estas leyendo este blog y te gustaría participar puedes hacerlo de forma segura, siguiendo las meditaciones que compartimos en esta lista de reproducción en Youtube
Si deseas participar da clic aquí para ver la lista de reproducción y deja un mensaje para orientarte
Soy Diego Camarena, si deseas recibir nuestras publicaciones semanales puedes suscribirte al Blog,
Escrito por Gabriel C.G. PhD, con colaboración de Diego Camarena
REFERENCIA
Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine Volume 2017, Article ID 4274538, 7 pages https://doi.org/10.1155/2017/
Research Article
The Effect of Dongeui Qigong for Prehypertension and Mild Essential Hypertension
Ji-Eun Park,1 Jung-Eun Kim,2 Soyoung Jung,2 Aeran Kim,2 Hyoju Park,2 and Sanghoon Hong3
